domingo, 27 de octubre de 2013

La cara y cruz de la moneda de la F1

Ayrton Senna decía que "el segundo es el primero de los perdedores", y es cierto, pero hay maneras y maneras de perder....y de ganar.



A falta de tres carreras para que finalice la Temporada 2013, Sebastian Vettel y Red Bull se llevan ambos campeonatos por cuarto año consecutivo, algo que por otra parte y a estas alturas del campeonato nadie dudaba, puesto que desde el Gp de Alemania Vettel ha terminado siempre en el primer escalón del podio con
excepción de la carrera de Hungría en la que finalizó tercero.

Repasando lo que va de temporada, la progresión y el desarrollo del RB9 han sido un ejemplo que algunos equipos deberían plantearse seguir, y han llegado a las últimas carreras de la temporada con un monoplaza que es alrededor de un segundo  por vuelta más veloz que el de sus inmediatos perseguidores, e incluso se pudo ver en el Gp de Corea como llegaba a sacar dos segundos de ventaja por vuelta al segundo clasificado. Una ventaja aplastante.

Es cierto que "el mago", Adrian Newey, siempre se saca algo de la chistera. Siempre encuentra una solución que bordea la legalidad, y ese es su trabajo y lo hace mejor que nadie, y a mi modesto entender se merece todo el respeto y reconocimiento por ser una de las mentes más brillantes que pululan por el paddock. Y no solo él, todo el equipo se ha dedicado a trabajar duro en sus distintos departamentos. Se han quejado cuando tenían que hacerlo, y han agachado la cabeza o han mirado para otro lado cuando la cosa no iba con ellos. Es cierto que el cambio de los Pirelli a mitad de temporada fue vital para sus aspiraciones, pero tampoco fué culpa de ellos que Paul Embery y la FIA se lo terminaran por servir en bandeja. En definitiva, "chapeau" para Red Bull  por como han gestionado este campeonato.

En el otro lado de la balanza nos encontramos con el equipo Ferrari, que son un ejemplo de como no se debe de gestionar la que posiblemente sea la plantilla de ingenieros y mecánicos más brillantes de la Fórmula 1, y que es responsabilidad "del bueno" de Stefano Domenicali. Comenzaron la temporada con un F138 que además de ser bonito parecía competitivo, y en manos de Fernando Alonso se antojaba hasta brillante, pero todo fue un espejismo. Cuatro años de una nefasta gestión de Domenicali no solo han hecho mella en el cuerpo técnico del equipo, y tanta incompetencia ha terminado por alcanzar de pleno en la línea de flotación de la Scuderia. Un piloto de la talla de Alonso, posiblemente el conductor más codiciado de la parrilla, o cuanto menos uno de los tres más deseados, no puede permanecer conforme e impasible ante la falta de resultados, y la relación con Ferrari parece enfriarse carrera tras carrera. Han pasado de luchar por el podio, a intentar puntuar, y terminarán la temporada perdiendo el sub-campeonato de constructores (importantísimo a nivel económico), y posiblemente el sub-campeonato de pilotos que a falta de tres pruebas pertenece al asturiano. Luca di Montezemolo debe de estar contento (lease con ironía).... Aunque tampoco lo he visto quejarse cuando tuvo que hacerlo, como por ejemplo por el mencionado cambio de neumáticos, aunque le faltó tiempo para arremeter contra Alonso cuando este comenzó a quejarse viendo que tanto esfuerzo y sufrimiento no servirían para nada. Como dicen nuestros mayores, entre todos la mataron y ella sola se murió.

A la vista de la situación, ¿de verdad alguien se extrañaría de que Fernando Alonso terminara por buscarse la vida en otro equipo?..... La guerra Alonso-Domenicali está sobre la mesa de Montezemolo, y uno de los dos terminará por caer. Todo pasa por lo que deseen de verdad en la Scuderia, ¿cara o cruz?.


Por 1 Turbo

No hay comentarios:

Publicar un comentario